Ha sido un viaje largo a China: Lauri Cristina García Dueñas comparte su experiencia poética y cultural en el Festival Internacional de Escritores en Xian y Beijing – Revista Cinco SV

En este testimonio íntimo y vibrante, la poeta salvadoreña Lauri Cristina García Dueñas narra su experiencia en el Festival Internacional de Escritores en China, donde convivió con colegas latinoamericanos y chinos, recorrió patrimonios milenarios como los Guerreros de Terracota y la Gran Muralla, y descubrió la profunda veneración que la sociedad china tiene por la poesía. Entre viajes interminables, paisajes de ensueño y encuentros culturales inolvidables, la autora comparte fragmentos de sus diarios que revelan la emoción, el asombro y la gratitud de un viaje que transformó su mirada sobre el mundo.

ARTÍCULOS Y EDITORIALESDICIEMBRE 2025

Lauri García Dueñas

12/11/20256 min read

Ha sido un viaje largo a China: Lauri Cristina García Dueñas comparte su experiencia poética y cultural en el Festival Internacional de Escritores en Xian y Beijing 

Ha sido un viaje largo (a China)

Lauri Cristina García Dueñas, El Salvador, Centroamérica.


El jueves 15 de mayo de 2025 recibí en mi bandeja de correo electrónico, una invitación inusual que cambiaría mi percepción del planeta tal y como lo conocía antes. La China Writers Association me invitó, junto a 40 escritores latinoamericanos, a un festival en Xian y Beijing, China, del 15 al 21 de septiembre. Al principio, creí que se trataba de spam, pero no, lo cierto es que fui a China, aún ahora, me cuesta creerlo, como un sueño bello e incomprensible.

Hoy leí sobre la opinión del escritor chileno Roberto Bolaño sobre los viajeros y las autobiografías. Algunos viajeros no escriben de sus viajes y otros sí lo hacen. Yo lo hice. Estos son fragmentos de mis diarios tecleados en el teléfono celular. El pequeño libro de poemas saldrá, espero, el otro año. Aparte de conocer grandes patrimonios de la humanidad y bellezas naturales y arquitectónicas inconmensurables, lo que más disfruté fue la gente: mis colegas escritores chinos y latinoamericanos, a los que extraño con fruición inefable, y nuestros traductores y voluntarios, seres sonrientes y de luz.

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Ha sido un viaje largo. Salí el jueves 11 de septiembre de 2025 de San Salvador a las 7:30 p.m. Solo en el aire, estuve 25 horas más esperas. Llegué el domingo 14 de septiembre a las 3 p.m. a mi hotel en Xian. Largas terminales y la suerte de haber viajado con Jorge Galán, escritor salvadoreño. En Madrid, me hospedó el escritor chileno Javier Norambuena y su compañero y, luego, en el avión a Shangai, Jorge y yo encontramos a dos escritores cubanos, un argentino y un chileno: Antonio Herrada, Moisés Mayán, Maxi Legnana y Pablo Jofré. Ya los seis juntos, viajamos Madrid-Shanghái- Xian. La recepción y organización es ejemplar. Hay voluntarias estudiantes universitarias increíbles que hablan español. Somos 40 escritores latinoamericanos y 30 chinos. Las ciudades son increíbles y la comida, excelsa. No es muy buena la red para mandar fotos. Ya al regresar lo haré. Mañana lunes vamos a conocer a los guerreros de Terracota, la octava maravilla del mundo. La inauguración será en la noche y habrá presentaciones artísticas modernas y tradicionales. Es todo sorprendente. Nos están tratando muy bien. Extraño a mis hijos Agustín y Darío. Abrazos.

[15/9, 3:16 p. m.] Lauri Cristina: Ayer lunes 15 de septiembre, fue un día bello y cansado, vimos a los guerreros de Terracota en el museo del mausoleo de Quin Shi Huang, fuimos a un mercado en el barrio temático de las doce horas de Chang’an, donde me vestí de manera tradicional, y también vimos danzas. En la noche, fue la inauguración televisada con una gran producción en el Gran Teatro de Radio y Televisión de Shaanxi. La logística es bárbara y siguen siendo protagónicos los voluntarios entre 19 y 24 años que hablan español e inglés. Son lindos. Hoy vamos a las universidades y a otro museo. China es hipermoderna (aquí en el hotel ya anda caminando una robotina) pero respetan lo antiguo. Aman la poesía y a los poetas.

Lauri Cristina: Nadie tira basura en las calles, hay grandes parques y los saludos son reverencias. Los servicios sanitarios son diferentes a los occidentales, estos se encuentran a ras de suelo, lo cual es muy interesante.

Ayer martes 16 de septiembre fuimos a un museo de las dinastías, museo de historia de Shaanxi, vimos una embarcación de 2000 años, estatuillas, utensilios, monedas y cómo inventaron el papel. En la tarde, nos recibió la Universidad North West de Xian, fundada en 1902. Nos habían hecho unos afiches gigantescos a cada poeta y me tocó leer en un escenario para decenas de estudiantes. Ya vimos y escuchamos nuestros poemas traducidos al chino y es estremecedor. El rector nos dio un reconocimiento: un plato grabado en madera con el escudo de la universidad. Escuchamos a los poetas jóvenes chinos. Es una sociedad que ama el arte, los estudiantes bailaron y son tan buenos en el arte y en la comunicación (auditorio hiperequipado con animación en el evento) como en sus carreras universitarias. Viven en la universidad que tiene un precioso campus. Sin embargo, en su sociedad, la poesía y sus poetas (como para los griegos) es un alto honor y tienen un interés genuino por América Latina y sus pueblos indígenas. También hubo recitaciones de poemas antiguos. Yo quería llorar, me aguanté, pero lo hago mientras escribo esto. Es todo muy emocionante. Pd. Extraño las pupusas. Comer comida china los tres tiempos es un reto.

[17/9, 9:38 a. m.] Lauri Cristina: Esta mañana del miércoles 17 de septiembre fuimos a la aldea en la zona escénica de Niubeiliang en el distrito de Zhashui, Shangluo, donde se escribió el Tao y se conceptualizó el ying y el yang. Era pintoresca, como dibujada en acuarela, entre grandes montañas y un lago. Nos recibieron con cantos, ópera y bailes al aire libre. Comimos abundantemente a la par de un lago y tomamos vino de arroz. Por la tarde, fuimos a un precioso edificio de madera en la aldea de Zhongnanshan, donde se leyeron ensayos y poemas, tanto de los escritores latinoamericanos como de los chinos. Durante la noche, hubo otra tertulia más relajada en el hotel. Mañana viajamos en el tren bala a Beijing. De los 40 poetas, fui elegida con otros 14 colegas para dar un discurso de 5 minutos sobre nuestra experiencia poética en China, frente a expertos del ramo. Espero hacerlo bien. Ya les contaré. Buenas noches.

[18/9, 9:13 a. m.] Lauri Cristina: Hoy fuimos a pie a un lago y teatro en Xian, la puerta sur del parque Furong de la Gran Tang. Un parque, en medio de la ciudad, limpio, con un enorme lago, garzas y cisnes. Barcas y grandes árboles. Hubo música, baile y poesía en un escenario antiguo de la dinastía Tang. Un lugar solo visto en postales e imaginado en sueños. En la tarde, tomamos el tren bala, durante 5 horas, a 340 km por hora. Ya en Beijing, donamos nuestros libros al Museo de Literatura Moderna China y nos dieron un certificado, agradecidos. Seguimos.

[19/9, 4:24 p. m.] Lauri Cristina: Ayer viernes me tocó dar mi ponencia frente a la Asociación de Escritores de China, la hice sobre las y los niños que eligen ser poetas. Ellos tienen 100,000 asociados, un gran museo, son eruditos, estudiosos que escriben en un país donde la poesía es importante y venerada. Gracias a sus gestiones fue que se gestionaron los 40 viajes de 40 poetas latinoamericanos y se ha desplegado una tremenda logística. Ellos ya nos habían leído y traducido. En la tarde, fuimos a la Gran Muralla. Al tocar las piedras de tantos siglos, sentí la presencia de mi madre. Me siento bendecida por la vida por este viaje que es un regalo. Mientras viva, nunca olvidaré los paisajes de China, su gente tan amorosa y las cosas literalmente increíbles que he visto con mis propios ojos.

[20/9, 5:29 p. m.] Lauri Cristina: Ayer sábado, paseamos por el parque Beihai y vimos un gran templo budista, las dimensiones son enormes, lo rodeaba un enorme lago. Ahí leímos en español poemas chinos, ya que somos 40 poetas latinoamericanos y 30 poetas chinos en el encuentro. En la tarde, fuimos a la ciudad perdida de los emperadores, impresionante. En la noche, nos despidieron con una cena excelsa de variados platos en una mesa giratoria en compañía de miembros de la Asociación de Escritores Chinos. Ha sido todo emocionante, sin idealizar. China, como todos los países, también tiene sus dorsos y complejidades.

Son las 5 a.m. Tomo mi primer avión a las 7:30 p.m. Beijing- Shangai. Horas después Shangai-Madrid y, finalmente, Madrid-San Salvador. 27 horas sobre el aire, más conexiones. Pero como son 14 horas adelante, viajaré al pasado. A veces pensaba ¿de qué sirve escribir poemas? Una curadora china, Zhao Si, me descubrió y me trajo. Han me tradujo. A ellos les importa lo que escribimos y nos tratan con respeto. Doy gracias a la vida.