La aguda realidad del amor
La aguda realidad del amor es una reflexión íntima y crítica sobre cómo el cine contemporáneo, en especial el de la directora Celine Song, desmonta los mitos del amor romántico heredados de Hollywood. A través de las películas Vidas pasadas y Amores materialistas, Lauri Cristina García Dueñas explora cómo los vínculos afectivos se ven atravesados por decisiones conscientes, desigualdades materiales y tensiones ideológicas. Con humor, memoria personal y mirada feminista, la autora nos invita a repensar el amor como un espacio de complejidad, más allá de los finales felices. Este artículo es una invitación a mirar el cine con otros ojos y a reconocer que el amor, como la vida, no se ajusta a guiones prefabricados.
SEPTIEMBRE 2025CINE
Lauri Cristina García Dueñas
9/24/20252 min read


La aguda realidad del amor
Dos películas de la directora coreano canadiense Celine Song; “Vidas pasadas” (2023) y “Amores materialistas” (2025) reescriben los clichés del amor romántico hollywoodense y nos demuestran que no hay finales felices a priori, sino vínculos complejos y reales entre las personas.
Lauri Cristina García Dueñas
Nací en 1980 y crecí devorando cine comercial antes de conocer el cine arte en la universidad. Soy hija de la cultura popular y en mi adolescencia y primera juventud creí en los clichés de “Dirty dancing” (1987) y “Pretty woman” (1990). Confieso que las ideas del amor romántico me hicieron mucho daño como a muchas (insertar risas nerviosas).
Si bien, no me considero una mujer del todo deconstruida (ya quisiera), los feminismos me han llevado a cuestionar la heterosexualidad obligatoria y los roles y estereotipos de género, así como los clichés del amor romántico que reifican nuestra opresión estructural.
En mi camino personal de estar en contacto con otros cines y otras ideas, llegué a la directora coreano canadiense Celine Song, de tan solo 36 años. En primer lugar, vi sus “Vidas pasadas” (2023) filmada en Nueva York, con una exquisita fotografía (la escena de la cruz calle, donde los niños se despiden, es mi favorita por su color y encuadre).
La película cuenta la historia de Nora quien migra de Corea a Canadá y luego a Estados Unidos para convertirse en dramaturga y deja atrás a su amor de la infancia, Hae Sung, posteriormente, se casa con el también escritor Arthur. La película arranca con unos parroquianos en un bar especulando quién es el esposo y quién es el amante, una noche en la que los tres esperan a que salga el avión de Hae de regreso a su Corea natal.
La tesis de esta película es que no hay un “amor de la vida” sino una decisión basada en la elección y discernimientos profundos.
Lo mismo sucede en “Amores materialistas” (2025) donde, a pesar de ser una película hollywoodense con actores que cobran entre ocho y seis cifras, la tesis se mantiene intacta, la lógica capitalista dictaría que Lucy escogería al hombre millonario y servicial que se operó para ser más alto y mejorar en el mercado de citas, pero escoge a su exnovio mesero y actor contra toda lógica mercantilista.
En esta segunda cinta, hay una reflexión profunda sobre los obstáculos que las diferencias de estilo de vida e ingresos pueden causar en las parejas y de cómo los valores del necrocapitalismo han permeado los vínculos humanos.
La realidad y las películas ya no son como antes. Algunos hemos reconocido, citando al intelectual español Cesar Rendueles, que: “La sociedad de mercado está atravesada por espejismos idealistas que suministran soluciones imaginarias a urgentes problemas reales. Sobrestimamos sistemáticamente la autonomía individual y la capacidad de transformación de las subjetividades y subestimamos el peso de la herencia material”.
Las ideas del amor han ido mutando a lo largo del tiempo y la mirada de Celine Song me conmueve por su realismo y su compasión hacia los vínculos amorosos entre las personas. Espero puedan disfrutar de estas dos historias y visitar las películas dirigidas por mujeres inteligentes.