“La Iniciación” de Nubia Lazo: poesía gótica salvadoreña con erotismo oscuro, necroficción y denuncia feminista en el especial Sivar Hallowing de Revista Cinco SV
Nubia Lazo, escritora salvadoreña y miembra de la Colectiva de Escritoras Siwawet, nos entrega una pieza que mezcla necroficción, folclor y erotismo oscuro como forma de denuncia. Su lenguaje borda el cuerpo como campo de batalla, donde el deseo se convierte en condena y la marca no se lleva en la piel, sino en las vísceras. Como en los relatos anteriores del especial, aquí también hay una figura que reclama, una ciudad que respira por las grietas, y una protagonista que no se entrega: se transforma. El poema invoca el Ero guro con precisión ritual, y nos recuerda que en San Salvador, las iniciaciones no siempre son voluntarias. A veces, son pactos que se escriben en fluidos, en sombras, en idiomas que sólo comprenden las condenadas. “Porque Él no visita: reclama. Y yo, me resisto a ser por él marcada…” LA INICIACIÓN es parte del linaje oscuro de Sivar Hallowing: una ceremonia escrita para quienes han habitado el borde entre lo real y lo fantástico, entre el cuerpo y el presagio.
POESÍA Y NARRATIVA OCT 2025OCTUBRE2025
10/25/20252 min read


Género: Poesía de fantasía gótica y Ero guro
Seudónimo: Nubia Lazo
En el altar encendido de Sivar Hallowing, donde los cuentos y rituales urbanos han invocado lo maldito, lo femenino y lo espectral, llega LA INICIACIÓN, un poema que no se lee: se atraviesa.
Nubia Lazo, escritora salvadoreña y miembra de la Colectiva de Escritoras Siwawet, nos entrega una pieza que mezcla necroficción, folclor y erotismo oscuro como forma de denuncia. Su lenguaje borda el cuerpo como campo de batalla, donde el deseo se convierte en condena y la marca no se lleva en la piel, sino en las vísceras.
Como en los relatos anteriores del especial, aquí también hay una figura que reclama, una ciudad que respira por las grietas, y una protagonista que no se entrega: se transforma. El poema invoca el Ero guro con precisión ritual, y nos recuerda que en San Salvador, las iniciaciones no siempre son voluntarias. A veces, son pactos que se escriben en fluidos, en sombras, en idiomas que sólo comprenden las condenadas.
“Porque Él no visita: reclama.
Y yo, me resisto a ser por él marcada…”
LA INICIACIÓN es parte del linaje oscuro de Sivar Hallowing: una ceremonia escrita para quienes han habitado el borde entre lo real y lo fantástico, entre el cuerpo y el presagio
LA INICIACIÓN
En la noche más negra,
cuando los ónix chisporrotean,
cobrando vida propia en el altar,
Él ha descendido,
alto, gallardo, sin rostro.
Ante la cándida neblina que se cuela por la ventana
su silueta se desliza entre los pliegues del aire,
como un suspiro que huele a incienso y mirra,
completando el ambiente de las velas danzantes,
como deseo antiguo no consumado.
Ante mi voz congelada,
su presencia ha sido suficiente para abrirme,
como se abre la Ipomea a la luz de la luna.
Una cruz me ha marcado,
no sobre la piel, sino muy dentro,
donde las vísceras cantan y los fluidos meditan.
Al rojo vivo de pasión,
ha tejido su signo con hilos de dolor y éxtasis,
bordando mi destino en mi vientre, por fin fértil.
Cada punto, una promesa de placer y condena,
cada gota traslúcida y espesa: un pacto.
Porque Él no visita: reclama.
Y yo, me resisto a ser por él marcada,
Forzada a ser su relicario sin voluntad,
recipiente de su sombra,
augur de su deseo.
Los ónix chisporrotean con fuerza,
celebrando la nueva forma que habito:
mitad carne, mitad presagio.
Porque un nuevo destino ha sido desatado,
en el idioma que sólo comprenden las condenadas.
