Maternidad y Creación Artística: Una Reflexión
Lauri Cristina García Dueñas explora la intersección entre maternidad, creación artística y violencia estructural en su ensayo. A través de testimonios y críticas, denuncia las cargas invisibles qu...
ARTÍCULOS Y EDITORIALESNOVIEMBRE 2025
Lauri García Dueñas
11/20/20253 min read


Mujeres madres artistas
Por Lauri Cristina García Dueñas
A Elizabeth Sicilia en su cumpleaños
Elizabeth Sicilia, escritora y artista salvadoreña, me preguntó si en noviembre, debido al 25N, podría escribir algo sobre arte y maternidad. Al principio dije que no estaba segura, pero ahora lo hago. Me preocupa y no el no repetirme. Quienes me conocen y me han leído, saben que desde hace 9 años escribo sobre la violencia sistémica que atravesamos las mujeres latinoamericanas cuando elegimos ser madres y no quería sonar a disco rayado. ¿Qué podría agregar a mis reportajes y columnas que no haya dicho antes?
Entonces, recordé que una de mis artistas favoritas del mundo mundial, la serbia Mariana Abramovic, ha hablado abiertamente de cómo eligió no ser madre y se practicó tres 4b0rt0s porque sospechaba, y con razón, que esto podía privarla del tiempo y la fuerza vital para seguir alimentando su meteórica, internacional y bien remunerada carrera. Ella eligió, “escuchamos y no juzgamos”, sin embargo, la maternidad suele ser un obstáculo para avanzar en la carrera profesional y artística para las mujeres y no para los hombres. Es tan difícil ser madre porque es tan fácil ser padre. Dicen por ahí.
Spoiler: las mujeres y las niñas dedicamos hasta el triple de horas que los hombres y los niños a los trabajos de cuidados y del hogar no remunerados. Nuestro trabajo no pagado cuesta el equivalente del 9% del PIB mundial y al 30% en países como México.
“Existe el mito anticuado de que tener un bebé imposibilita trabajar”, dice la pintora estadounidense Nikki Maloof . “Justo cuando empezaba a despegar en mi carrera, me enteré de que estaba embarazada, así que me asusté (...) Hace poco más de un año, me convertí en madre. Era algo desconocido que, si bien me emocionaba, también me aterraba. Como persona centrada en mi carrera y con un trabajo que me apasiona, temía perder mi identidad y que la maternidad me hiciera retroceder todo el esfuerzo que había invertido, sobre todo teniendo en cuenta que los hombres siguen ocupando más del 85 % de los puestos de alta dirección en Estados Unidos”, expresó para artsy.net. “Nunca he oído a un artista masculino hablar sobre si debería o no tener hijos”, remató.
Ser escritora y artista en el sur global es muy difícil, sobre todo si eres de clase trabajadora y madre autónoma. Aparte de tus procesos artísticos; debes trabajar para pagar la renta, el agua, la luz, el internet, el colegio, hacer las compras, menús, llevar a las infancias a sus clases obligatorias y extracurriculares, lavar ropa, tenderla, doblarla, cocinar, hacer limpieza, cuadrar citas médicas y actividades recreativas. Hasta el alma más creativa amenaza con sucumbir frente a tanta carga económica, mental y emocional.
“Olvídate del cuarto propio, escribe en la cocina, enciérrate en el baño. Escribe en el autobús o mientras haces fila en el departamento de Beneficio Social o en el trabajo, durante la comida, entre dormir y estar despierta. Yo escribo hasta sentada en el excusado. No hay tiempos extendidos con la máquina de escribir a menos que seas rica, o tengas un patrocinador (puede ser que ni tengas una máquina de escribir). Mientras lavas los pisos o la ropa, escucha las palabras cantando en tu cuerpo. Cuando estés deprimida, enojada, herida, cuando la compasión y el amor te posean. Cuando no puedas hacer nada más que escribir”, nos pidió la escritora chicana Gloria Anzaldúa en 1980 en “Hablar en lenguas. Una carta a escritoras tercermundistas”.
Casi a diez años de haber devenido madre, me atrevo a preguntarme si, de saber lo difícil y hasta horrísono que es cuidar infancias en un contexto social tan odiante para las maternidades e infancias, elegiría no ser madre; mi respuesta es no.
Cada día, vuelvo a sostener el deseo de ser mujer madre autónoma. He transitado del padecimiento de hacer mi maternidad como objeto, hasta el disfrute materno de mis hijos como sujetos. Eso sí, seguiré exigiendo más derechos para nosotras, más políticas públicas, más empatía y reconocimiento simbólico y económico a la sociedad.
Soy la primera en amarrarme el pañuelo verde porque “la maternidad será elegida o no será”, pero creo que las mujeres artistas tenemos el derecho a ser o no madres sin temer por nuestro proceso artístico o ser violentadas.
Te mando un gran abrazo de cumpleaños, Elizabeth Sicilia, escritora y artista salvadoreña. Gracias por darle casa a mis palabras y considerarme una fuente de reflexión válida en este tema.
